AMIGAS DE PATIO !!!

PRIMER CAPITULO:


BUENO:
Lo primero que quiero aclarar es que de "finos" como dice ella, nada de nada sigo el relato de Marta...pero como ella dice, desde la casa de enfrente.
Dado, que todos pertenecíamos al mismo barrio, íbamos a colegios similares, y el domingo de Ramos, a bendecir la palma a "Montesión", actualmente más conocida por parroquia de Sant Raimón de Penyafort). Era divertidísimo, pues la procesión salía por la calle: íbamos desde Rambla Cataluña-Rosellón hasta Rambla Cataluña-Provenza, por el medio del paseo....genial, porque además, como había que estrenar algo, se nos hacían vestidos nuevos, que, por supuesto, para lucirlos mejor, los llevábamos "a cuerpo" aunque nos heláramos.
Evidente, al volver a la iglesia, que no tenía calefacción, nuestras madres nos enfundaban con los correspondientes abrigos o jerseys.

Conocí a Marta un día de mayo de 1952. Yo hasta entonces vivía en las Ramblas, concretamente la Rambla del Centro esquina a la calle Unión, o sea limítrofe con lo que entonces se llamaba "barrio chino", actual "Rabal".
Mis padres habían decidico cambiarse de casa....y nos fuimos a Ramblá Cataluña-Provenza.
Todavía se estaba pintando el piso, cuando yo acompañé a mi "mamá" a la casa nueva. Me asomé a la galería exterior y vi una niña. Tiempo me faltó para decirle a voz en grito:
"Hola, cómo te llamas"
Y ella, me contestó: "Marta"
-"¿Tienes hermanos"
-"No"
-"Yo tampoco"
_"¿Cuántos años tienes?"
-Siete, ¿y tú?"
-"Yo ocho".....
Y siguió la conversación.....y aparecieron dos niños más pequeños: uno moreno muy movido que se llamaba Lluis Mª y una casi bebé: Gemma.
Me aclaró que eran sus primos, y que vivían todos juntos en la misma casa,.....qué envidia, pues además, mi casa  sólo tenía una "galería exterior",  que hoy llamarían "amplia terraza", pero nada de escaleras, nada de terraza, nada de patios con jardines y árboles.
Y nos fuimos a vivir allí. Evidentemente, la amistad a grito pelado prosiguió, y, como explica Marta,se hablaba de todo: de los macarrones y de las judías. En mi caso, de suflés nada de nada, pues aparte de que requiere tiempo y en casa no había "cocinera" mis padres eran muy mayores....y comían de régimen: a la plancha y sin sal.
Como mucho, guisos de carne con patatas, éso sí.
Mientras fui pequeña en mi "galería", de momento,  sólo había, y hacia afuera, como sucedía en el resto....ropa tendida.
El momento de tender la ropa (que normalmente lo hacían las mamás, aunque en el caso de Marta recuerdo más que la tendía la abuela) se entablaban conversaciones también entra las féminas mayores. Así, sabíamos cómo iban la varices de la abuela del 2º 3ª de la casa de Marta, o que la señora de al lado (comunicado por su cuñada) había tenido otro niño.
Ah, y como la calle Aragón aún no estaba tapada y circulaban los trenes con locomotora, recuerdo a mi madre muchas veces (y supongo que el resto del vecindario idem) salir corriendo cuando oía el "piiii" del tren,a sacar la ropa, so pena de tener que poner en la cama "sábanas al humo".
A las conversaciones de Marta y yo, se unieron el resto de niños de aquella esquina del patio:entre ellos, tres hemanas,que por no tener "galería descubierta" tenían que hablar por la ventana....previa subida a taburetes para alcanzarla....y más y más niños....que hicieron que un día mi padre me preguntara que qué pasaba en el patio: una clienta se quejó de que en su casa (era vecina, claro) no se podía hacer la siesta en época de vacaciones:siempre había dos niñas explicando cosas a berrido limpio.
Porque no sólo hablábamos de comidas, qué va.
Se cantaban canciones del colegio, que solían ser comunes y podían dividirse en:
-religiosas: Perdón oh Dios mío, por cuaresma, canciones a la virgen en mayo, villancicos en Navidad....
-canciones folclóricas (supongo que ya se puede escribir sin K) enseñadas por la Sección Femenina, que venían en un librito verde, común a todos los colegios, claro.
La que nunca supe, fue una que "berreaba" Marta  ( perdón, ya sé que eres una profesional, pero entonces, eran berridos lo que hacíamos, y más al aire libre, para que se oyera mejor).  Esta canción empezaba con la frase "somos niños de la Santa Infancia.....y la cantaba en octubre, por lo siguiente:  creo era que penúltimo domingo de octubre, que se celebraba el Domund que quería decir: Domingo Mundial. En este domingo Mundial se recogían donativos para ayudar a las Misiones (ahora se llamarían ONG) y era todo un acontecimiento.
Días antes, se hacían colectas de papel de periódico, papel de plata (entonces era de estaño, sellos....y se llevaba a los colegios donde se encargaban de llevarlo a un centro que tramitaba su venta. Pero lo mejor, venía el domingo: ataviadas con los uniformes correspondientes, se nos proporcionaban una huchas que representaban....¡cabezas de negrito, de indio apache, de chinito......y se nos distribuía por la calle (en nuestro caso en medio de la Rambla Cataluña era donde había más paseantes) y allí íbamos pidiento "para las misiones" Como naturalmente, Marta se encontraría con mi padre y yo con el suyo y así sucesivamente...las huchas llegaban llenas al colegio al día siguiente....
Cualquiera que lo viera ahora....la que se armaba por racistas, pero, palabra, en ningún momento se nos pasó a nadie semejante cosa: eran niños pobres que lo pasaban mal..
Bueno, seguiremos.
Como decían entonces en la radio, en el serial de las 5 de la tarde previa canción de "Yo soy aquel negrito del Africa Tropical...."
Continuará....


Este sería el primer capitulo de esta mini novelita titulada : AMIGAS DE PATIO... Esto es lo que ha contado Mª José...por cierto muy detallado, pues yo hubiese jurado que eramos más pequeñas cuando nos conocimos..pero ella sabe perfectamente el mes y el año..también iremos desgranando como eran nuestras familias... y detalles  " Más intimos " para que os podais hacer una idea mejor...
AQUÍ OS DEJO CON DOS ANUNCIOS QUE NO SE VEN MUY BIEN...PERO ERAN DE NUESTRA ÉPOCA ...PARA CONTINUAR CON EL 2º EPISODIO.



                                      
                                                                                          Escrito de Mª José Amor.